La menopausia prematura, que ocurre antes de los 40 años, afecta tanto la salud emocional como la física. La disminución temprana de los niveles de estrógeno puede causar cambios de humor, ansiedad y episodios depresivos, además de síntomas físicos como sofocos, fatiga y dolores articulares. Sin embargo, adoptar hábitos saludables como una dieta balanceada, ejercicio regular, meditación y yoga puede ayudar a equilibrar las emociones y fortalecer el cuerpo, facilitando una transición más llevadera durante esta etapa.
Cambios Emocionales:
Con la menopausia prematura viene la disminución del estrógenos qué también afecta los niveles de serotonina y dopamina, que son neurotransmisores clave para la estabilidad emocional. Para un entendimiento más simple mi amiga, la menopausia prematura reduce los niveles de estrógeno en el cuerpo, lo que también baja las sustancias químicas del cerebro, como la serotonina y la dopamina. Esas son las sustancias naturales que te ayudan a mantener el buen ánimo, el buen espíritu, la contentura, y la estabilidad emocional.
La disminución de estas hormonas puede causar irritabilidad, ansiedad y episodios depresivos. Además mi amiga, cuando esas hormonas, el cortisol, que es la hormona del estrés, puede aumentar debido a los desequilibrios hormonales, intensificando los cambios emocionales, los cambios de humor, o los cambios en el temperamento. Muchas mujeres utilizan hormonas para controlar los niveles hormonales para balancear los niveles hormonales. Yo no utilice ningún tipo de hormona yo utilicé mi medicina natural, ejercicio y una dieta balanceada. La medicina alternativa fue lo que me ayudó a pasar los primeros 15 años de la menopausia.
Irregularidades menstruales:
La menopausia prematura ocurre cuando los ovarios dejan de funcionar normalmente antes de los 40 años, provocando una pérdida progresiva de los folículos ováricos, que son las estructuras donde se desarrollan los óvulos. A medida que disminuyen los folículos, los niveles de estrógeno y progesterona bajan significativamente. El estrógeno de la progesterona son las hormonas esenciales para regular el ciclo menstrual y la ovulación.
Esta disminución hormonal interfiere en la liberación de óvulos (ovulación), lo que provoca ciclos menstruales irregulares. Las menstruaciones pueden ser más cortas o más largas de lo habitual, presentarse con mayor o menor flujo, o incluso desaparecer durante varios meses, y volver cuando se le pegue la gana. En algunos casos, los períodos pueden detenerse por completo de forma abrupta. O en algunos casos tú puedes entrar en la menopausia prematura sin que se te pare el periodo, qué fue lo que pasó en mi casa.
Yo no tuve una menstruación irregular, pero sí tenía muchos de los síntomas que voy a explicar en este video, lo que me impulsó a ir donde el doctor y pedir un examen de sangre médico para verificar si yo estaba entrando en una menopausia prematura. Mi amiga , ten pendiente que la baja de estrógenos también puede causar síntomas asociados como sofocos, sequedad vaginal y cambios emocionales, y la confirmación de la menopausia prematura generalmente requiere pruebas hormonales específicas.
Sofocos y sudores nocturnos:
Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, el hipotálamo, que es la parte del cerebro encargada de regular la temperatura del cuerpo, se vuelve más sensible. Esta sensibilidad hace que el cuerpo piense que está demasiado caliente, aunque esa no sea la situación real. Como respuesta, los vasos sanguíneos cerca de la piel se ensanchan rápidamente (vasodilatación) para liberar calor, causando los sofocos.
Los sofocos son esa sensación repentina de calor intenso en el rostro, cuello y pecho, a menudo acompañados de enrojecimiento y sudoración. Durante la noche, estos episodios pueden provocar sudores nocturnos que interrumpen el sueño. Además, la disminución de estrógenos aumenta la liberación de noradrenalina, una sustancia del cerebro que influye en los mecanismos de regulación de la temperatura, intensificando los sofocos y los sudores.
Estos síntomas pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos y ser muy incómodos. Tratamientos como la terapia hormonal o algunos medicamentos específicos pueden ayudar a reducir su frecuencia e intensidad.
Sequedad vaginal por menopausia precoz:
Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, los tejidos de la vagina se vuelven más delgados, secos y menos elásticos. Esto se conoce como atrofia vaginal. La falta de estrógeno también disminuye el flujo de sangre a la zona, reduciendo la lubricación natural que mantiene la vagina húmeda y cómoda.
Además de causar sequedad y malestar durante las relaciones sexuales, la disminución de estrógeno cambia el equilibrio natural de ácido en la vagina (el pH). Un pH más alto favorece el crecimiento de bacterias dañinas, aumentando el riesgo de infecciones vaginales y urinarias, como la cistitis. También puede provocar picazón, ardor y una mayor tendencia a sufrir irritaciones.
Para aliviar estos síntomas, los tratamientos pueden incluir el uso de lubricantes e hidratantes vaginales, así como estrógenos locales en forma de cremas, óvulos o anillos vaginales. Consultar a un profesional de la salud puede ayudar a encontrar la opción más adecuada.
Fatiga:
La fatiga durante la menopausia prematura puede tener varias causas al mismo tiempo. La disminución de los niveles de estrógeno y progesterona no solo afecta el estado de ánimo, sino que también interfiere con la calidad del sueño. Los sudores nocturnos y los episodios de insomnio son comunes y pueden interrumpir repetidamente el descanso, causando agotamiento durante el día. Además, los cambios hormonales pueden aumentar la ansiedad y la irritabilidad, dificultando conciliar y mantener el sueño.
Por otro lado, la menopausia prematura puede afectar la función tiroidea, llevando a un estado conocido como hipotiroidismo subclínico. Esta condición provoca síntomas como cansancio extremo, aumento de peso y falta de energía. La disminución de la vitamina D, frecuente en esta etapa, también agrava la fatiga, ya que esta vitamina es esencial para el metabolismo energético y la salud ósea.
La falta de hierro debido a menstruaciones irregulares y abundantes antes de la menopausia completa también puede contribuir a la sensación de cansancio, causando anemia.
Para manejar eficazmente la fatiga, se recomienda un enfoque integral que incluya ajustes hormonales con terapia hormonal si es adecuada, suplementación de vitamina D y hierro en caso necesario, además de técnicas de relajación y ejercicio físico moderado para mejorar los niveles de energía. Una dieta rica en nutrientes y consultas regulares con un profesional de la salud son fundamentales para aliviar este síntoma de manera efectiva.
Disminución de la libido:
Cuando los niveles de estrógeno y testosterona bajan durante la menopausia prematura, el flujo sanguíneo a los genitales disminuye, afectando la sensibilidad y el deseo sexual. La falta de estrógenos también provoca sequedad vaginal, lo que puede causar dolor durante las relaciones y hacer que se evite el contacto íntimo.
Además, la testosterona, aunque en pequeñas cantidades, es importante para el deseo sexual en las mujeres. Su disminución reduce la libido y la capacidad para disfrutar de las relaciones sexuales.
Para tratar estos síntomas, se pueden utilizar terapias hormonales con estrógenos, tanto de forma sistémica (parches, geles o pastillas) como local (cremas y óvulos vaginales). La terapia sexual y el uso de lubricantes también pueden ayudar a mejorar el confort y el deseo. Consultar a un especialista permite encontrar el tratamiento más adecuado para cada caso.
Dificultad para concentrarse y problemas de memoria:
Cuando los niveles de estrógeno y testosterona bajan durante la menopausia prematura, el flujo de sangre hacia los genitales se reduce. Esto hace que la zona sea menos sensible y disminuye el deseo sexual. La falta de estrógeno también provoca sequedad vaginal, lo que puede causar dolor durante las relaciones sexuales y hacer que muchas mujeres las eviten.
Aunque las mujeres tienen menos testosterona, esta hormona es importante para el deseo sexual. Su disminución reduce la libido y dificulta disfrutar plenamente de las relaciones íntimas.
Para aliviar estos síntomas, los médicos pueden recomendar tratamientos hormonales con estrógenos, que se pueden usar en forma de parches, geles, pastillas o cremas vaginales. El uso de lubricantes durante las relaciones sexuales también ayuda a reducir el dolor. Además, la terapia sexual puede ser útil para recuperar la confianza y el deseo. Consultar a un especialista es importante para elegir el tratamiento adecuado.
Dolores articulares y musculares:
Los estrógenos ayudan a controlar la inflamación en el cuerpo, actuando como un tipo de protector natural para las articulaciones y los músculos. Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, el cuerpo comienza a producir más citoquinas proinflamatorias, que son sustancias que promueven la inflamación. Esto provoca dolor, rigidez y, a veces, hinchazón en las articulaciones y los músculos, afectando con mayor frecuencia a las manos, rodillas, caderas y espalda.
La falta de estrógenos también puede reducir la densidad ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas, lo que puede agravar los dolores articulares. Además, la disminución de colágeno por la falta de estrógeno debilita los tejidos conectivos que sostienen las articulaciones, haciendo que los movimientos se sientan más incómodos o dolorosos.
Para aliviar estos síntomas, el ejercicio regular, especialmente actividades de bajo impacto como caminar, nadar o yoga, es fundamental para mantener la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones sin empeorar el dolor. La terapia hormonal también puede ser una opción para algunas mujeres, ayudando a reducir la inflamación y el malestar.
Caída del cabello y piel seca:
Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, el cuerpo produce menos colágeno, elastina y aceites naturales. El colágeno y la elastina son proteínas que mantienen la piel firme y elástica, mientras que los aceites naturales la mantienen hidratada. Al reducirse estas sustancias, la piel se vuelve más seca, pierde elasticidad y aparecen arrugas con mayor facilidad.
El cabello también se ve afectado, volviéndose más fino, frágil y propenso a caerse, lo que causa pérdida de volumen y brillo. Además, la falta de estrógeno puede prolongar el ciclo de crecimiento del cabello, haciendo que tarde más en recuperarse.
Para combatir estos efectos, se recomienda el uso de suplementos de colágeno y ácidos grasos esenciales, como los omega-3, que ayudan a mantener la piel y el cabello saludables. También es útil aplicar productos dermatológicos con ácido hialurónico, que hidrata la piel, y retinoides, que estimulan la producción de colágeno y mejoran la textura. Mantener una dieta equilibrada y consultar a un especialista puede ayudar a elegir los tratamientos más adecuados.
Palpitaciones:
Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, el sistema nervioso y los vasos sanguíneos se vuelven más sensibles. Esto puede causar palpitaciones, que son esas sensaciones de latidos rápidos, fuertes o irregulares en el pecho. Los estrógenos normalmente ayudan a mantener el tono y la flexibilidad de los vasos sanguíneos, además de proteger el corazón, por lo que su falta aumenta el riesgo de problemas cardíacos, como hipertensión y enfermedades del corazón.
Las palpitaciones suelen ser inofensivas, pero si son frecuentes o van acompañadas de dolor en el pecho, mareos o dificultad para respirar, es importante consultar a un médico. Para investigar estos síntomas, los médicos pueden recomendar un electrocardiograma para evaluar los latidos del corazón. Yo tengo un historial familiar bastante prominente con problemas cardiovasculares, y cuando comencé la menopausia prematura a los 37, los doctores me comenzaron a monitorear mi función cardíaca desde que yo tenía 45. So far so good. Por el momento todo bien.
Llevar un estilo de vida saludable, reducir el consumo de cafeína y practicar técnicas de relajación pueden ayudar a disminuir las palpitaciones. En algunos casos, la terapia hormonal también puede ser una opción para estabilizar los niveles hormonales y proteger la salud del corazón.
Aumento de peso y acumulación de grasa abdominal:
Cuando los niveles de estrógeno bajan durante la menopausia prematura, el cuerpo empieza a acumular más grasa en el abdomen en lugar de en las caderas y los muslos. Esto sucede porque los estrógenos ayudan a regular cómo y dónde se almacena la grasa. Al disminuir, también ralentizan el metabolismo, lo que hace que sea más fácil ganar peso y más difícil perderlo.
Además, la falta de estrógeno puede causar resistencia a la insulina, lo que significa que el cuerpo tiene más dificultad para usar el azúcar de los alimentos como energía. Esto no solo contribuye al aumento de peso, sino que también eleva el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Para controlar el peso durante la menopausia prematura, es importante hacer ejercicio regularmente, como caminar, nadar o entrenamientos de fuerza, ya que esto ayuda a acelerar el metabolismo. También es útil seguir una dieta baja en carbohidratos refinados, como el pan blanco y los dulces, y aumentar el consumo de proteínas, fibras y grasas saludables. Consultar a un médico para evaluar los niveles de insulina y recibir orientación nutricional puede ser clave para evitar el aumento de peso y otros problemas de salud.
Conclusión:
La menopausia prematura puede ser una etapa desafiante, especialmente por los cambios emocionales como la irritabilidad, la ansiedad y los episodios depresivos que acompañan la disminución de los niveles de estrógeno. Sin embargo mi amiga, comenzar esa etapa de tu vida, de manera flexible y positiva es posible. Mantener una dieta balanceada rica en nutrientes, practicar ejercicio regularmente y optar por actividades como el yoga y la meditación pueden ayudar a equilibrar las emociones y mejorar el bienestar general.
Honestamente, yo no creo que hubiera sobrevivido si no hubiera sido por la meditación. La práctica de la meditación y ejercicios de respiración profunda contribuyen a reducir el estrés y aumentar la estabilidad emocional. Siempre es recomendable consultar a un especialista. Yo también te recomiendo explorar terapias alternativas y naturales porque pueden ser útiles para encontrar un equilibrio tanto físico como emocional durante esta transición. Y mi amiga, lo más importante es recordar que, con los cuidados personales adecuados, es posible atravesar esta nueva etapa de tu vida con confianza y concentrándote en tu bienestar físico y emocional.
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